José Ortega y Gasset. Fuente: arjephilo.com
La frase que Ortega y Gasset pronunció hace más de ochenta años es hoy, vaya paradoja, una recomendación económica.
Estamos a dos semanas de las elecciones legislativas, con un panorama en lo económico – financiero, que me permito resumir (en forma simplificada) de esta manera:
-Sin rumbo político. No olvidemos que la economía se desenvuelve dentro de un contexto político. Y hoy no sabemos quién manda. Ni quién mandará. Ni hacia dónde querrá (o querrán) llevarnos.
-Inflación reprimida: una serie de precios, importantes en la economía, están pisados o con subas muy bajas en términos relativos. Lo detallo en los puntos siguientes.
-Dólar oficial, atrasado: en los últimos seis meses el gobierno ha modificado el precio del dólar oficial a un ritmo del 1% mensual contra una inflación que casi nunca bajó del 3% mensual. ¿Otro dato? Tomando los últimos doce meses: inflación minorista del 52% contra 27% de aumento del dólar oficial.
-Tarifas, atrasadas: con incrementos en electricidad, por ejemplo, del 9% durante el 2021 contra una suba del IPC, en el mismo período, del 37%. Otra forma de verlo: subsidios en aumento.
-Nafta, sin aumentos desde hace medio año. Y con el precio del petróleo subiendo en los mercados internacionales.
-Precios congelados de algunos alimentos: el show donde a los precios fijados se consigue la cantidad que la gente busca tiene fecha de vencimiento. Y muy próxima. ¿Imaginás a los intendentes oficialistas o a los miembros de La Cámpora controlando precios el lunes 15?
-Reservas netas del Banco Central, bajas. No tienen (tenemos) dólares propios como para luchar contra la suba de la brecha cambiaria ni para abastecer a estos precios toda la demanda de importaciones.
¿Y el FMI? Si queremos ir a un acuerdo con el FMI, imprescindible desde lo político y económico, el organismo nos pedirá un sendero de reducción para el déficit fiscal y de sinceramiento del precio del dólar oficial.
¿Qué va a pasar después del 14 de noviembre? Desde lo político, no lo sabemos. Pero desde lo económico van a tener que empezar a sincerar valores.
El escenario más probable es el de una aceleración inflacionaria, con precios subiendo más velozmente y la gente (nosotros) intentando sacarse los pesos (por las dudas: los $$) “de encima” cada vez más rápido.
Frente a eso, ¿cómo me muevo?
¿Me quedo en pesos o arroz o fideos? Arroz o fideos.
¿Me quedo en pesos o compro el sofá que necesito? Comprá el sofá. Y fijá el precio ya.
¿Me quedo en pesos o pongo esa luz que falta en el living? La luz. Ya.
Argentinos, a las cosas.
Hasta la próxima.
Clarísimo!!! 😀
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Gracias Rubén!
Gracias María!
Como siempre, muy ajustado a la realidad tu comentario y reflexión. Un abrazo grande!
Gracias Luis! Abrazo
Mucha claridad, como siempre, cuando cada día es más raro oírla en las cámaras de eco que nos atoran.
La Argentina necesita un líder, carismático, que hable con la misma franqueza. Parece que finalmente hay un porcentaje alto de la ciudadania dispuesto a oír estos mensajes.
Más allá de que puedas o no ser ese líder (sospecho que no te interesa) continuá armando los mensajes. No caen en oídos indiferentes.
Gracias César! Abrazo
Perfecta síntesis de la realidad. Excelente. Dos abrazos
Gracias Alfredo! Dos abrazos
gracias por los consejos.
Arroz y fideos
abrazo
Gracias Roberto! Abrazo
Lo que más preocupa es que esta gente (la que está en el gobierno), si nos guiamos por su historial, espantan hacia adelante.
Siempre creen que es un problema de dosis. Jamás paran dos segundos para ver si no es el diagnóstico o el tratamiento el que falla.
Dios, Buda o Darwin nos ampare.
Gracias!
Una maravilla de reflexión que solo la miopía de quienes dirigen pueden discutir. Gran abrazo!
Gracias Emmanuel!
Sencillito y de alpargatas (dice una canción) jaja Gran texto! al punto, entendible, conciso, sin vueltas y con humor!! jaja
Gracias por el resumen de una realidad preocupante.
Abrazo
Gracias Florencia!