Ya sin Horangel entre nosotros, alguien tiene que tomar la difícil tarea de proyectar sobre bases sólidas lo que nos depararán los astros en el 2022.

En este posteo te vas a enterar de parte de lo que les espera a Cristina, Martín, Alberto y a la Argentina, en el año por comenzar.

Desde el punto de vista de la numerología quinielera, dejamos el 21 (la mujer) y entramos en el 22 (el loco).

¿Qué nos dice todo esto? Arranquemos por el “dejamos el 21, la mujer”. El horóscopo nos señala  una tendencia declinante para la influencia de Cristina.  

El mayor protagonismo que Alberto y los gobernadores oficialistas tendrán será a expensas (duro término en diciembre, por los aguinaldos de los encargados) de CFK. La lideresa (término que proviene de “esa líder” kirchnerista) tendrá reacciones intempestivas al ver cómo se reduce su influencia en la toma de decisiones.   

¿Qué le espera a Martín Guzmán? Antes, te cuento un dato familiar nunca revelado del ministro. Cuando Martín nació, la familia consultó a un astrólogo, quien les aseguró que se dedicaría a la economía. El profesional fundamentó su pronóstico en el hecho que, habiendo nacido en La Plata, estudiaría en la Universidad de La Plata. Y de ahí dedujo que se dedicaría a algo que tuviera que ver con la plata: economía y finanzas. Todavía se recuerda esa predicción en los encuentros familiares de los Guzmán.

Martín sigue generando grandes expectativas. La comunidad académica espera, con no disimulada ansiedad, el paper que seguramente está generando sobre refinanciamiento de deudas soberanas. El hecho de haberse dedicado, como ministro, casi con exclusividad a esta cuestión, primero con los bonistas y ahora con el FMI, refuerza el interés por ese documento.

¿Por qué se espera mucho de este trabajo? Pues uno aprende más de sus errores que de sus aciertos. Y Martín, hasta ahora, exhibe un riesgo país que sigue por las nubes y un lento avance con el Fondo. Es mucho lo que debe haber capitalizado (ya que hablamos de deuda) el ministro de sus tropiezos.

¿Qué pasará con Guzmán después de que se firme el entendimiento con el FMI? El “me tengo que dedicar a ese paper” puede ser una salida elegante, que le permita al gobierno encarar una nueva etapa, con un nuevo ministro que genere algo de credibilidad.

De Alberto, ya sabemos que espera un hijo con Fabiola para abril. Y que será varón. Lo que te adelanto en exclusiva, es que CFK aceptó no intervenir en la elección del nombre del heredero. Decidió que en ese tema no se iba a meter. Y prometió no mandar una carta pública si el nombre elegido no le gustaba. Solo les pidió que no le pongan Mauricio. Y agregó: ni Alberto.

¿Y el país? Argentina es, por ahora, Pingüino Patagónico en el horóscopo chino. De ahí que auguramos:

-una inflación mayor a la que plantea el presupuesto (traducido: si la inflación anual es del treinta y pico o incluso del cuarenta por ciento, festejemos).

-una reducción de las jubilaciones en términos reales (traducido: los jubilados seremos grandes protagonistas del ajuste);

-se firmará un acuerdo con el FMI, que no se cumplirá (traducido: Argentina y el FMI firmarán, sabiendo que nuestro país se desviará de las metas señaladas);

-no le pagaremos al FMI (traducido: el entendimiento con el organismo financiero permitirá patear los pagos hacia el futuro);

-bonos soberanos y acciones locales experimentarán una mejora en sus cotizaciones cuando se firme el acuerdo con el FMI (traducido: repunte en ese momento habrá; si será corto o largo es otra cuestión).

-el año 2022 será movido en lo económico (esto no hace falta traducirlo).

-hacia el cierre del 2022 empezarán a barajarse los nombres de los candidatos presidenciales para 2023 (traducido: en algún momento los políticos se permitirán salir del “es hora de gobernar y no de pensar en candidaturas”).

-algunos jóvenes argentinos con potencial se quedarán en Argentina (traducido: no se irán todos; algunos (y algunas) se quedarán).

¿Y el 2022, como año del loco? Algunos locos invertirán en Argentina en el 2022. Y, en una de esas, después se compruebe que no estaban tan locos.

Hasta la próxima.