Nos lo debíamos los argentinos. En estos tiempos de gran austeridad fiscal y achicamiento del gasto. En estos tiempos, con el Presidente, Gobernadores e Intendentes buscando la eficiencia, reduciendo gastos, pensando en aliviar la carga de los contribuyentes. En estos tiempos, también hay aumentos de erogaciones que son imprescindibles.
Alguien tenía que ocuparse, por fin, en la Argentina de “determinar los procedimientos y las metodologías de aplicación para las valuaciones fiscales de los inmuebles …con el objeto de lograr que dichas valuaciones tiendan a reflejar la realidad del mercado inmobiliario y la dinámica territorial”.
¿Cómo llegamos hasta aquí sin un organismo como el que ahora nace? Por suerte, nos dimos cuenta a tiempo. ¡Basta de seguir reduciendo estructura! La eficiencia alcanzada a nivel de los estados debe estar cerca de un óptimo. Y si para acercarnos un poco más a ese óptimo es necesario sumar otro organismo, hagámoslo. ¡Bien por el Poder Ejecutivo Nacional! ¡Bien por Mauricio y por Marcos!
Veníamos demasiado dulces los contribuyentes. Este nuevo organismo no debe borrarnos la sonrisa. Si lo constituyeron, es porque había que hacerlo. No será un refugio para militantes. Estarán los que deban estar y ni uno más. Muchos de los integrantes serán “ad honorem”, por lo menos inicialmente. Claro que cuando el artículo 9º del decreto 938/2018 dice “el gasto que demande el cumplimiento de la presente medida será atendido con cargo a las partidas correspondientes”, podemos suponer que alguna erogación nueva habrá. Pero será mínima.
Muchos nos preguntamos si veríamos alguna vez a la Argentina encaminándose a ser un país desarrollado, del primer mundo, etc. Esta noticia, la creación de este nuevo organismo, debería devolvernos parte del optimismo perdido. ¡Bienvenido el Organismo Federal de Valuaciones de Inmuebles!