En Argentina, el 20 de marzo entramos en cuarentena hasta el 31 de marzo inclusive (en principio). Y, por lo que entiendo, hubo consenso respecto a lo acertado de la medida tomada por Alberto Fernández. El presidente se enfrenta ahora a una decisión más complicada: cuándo y cómo salir.

Respecto a los controles de precios, los economistas suelen afirmar que es fácil entrar pero difícil salir. Si el congelamiento (o casi) de los precios se fijó por 180 días, aparece la pregunta acerca de qué hacer el día 181. Y la primera alternativa que se presenta es prorrogar la medida: ir a, por ejemplo, 30 días adicionales. Y así podríamos seguir. Pero en algún momento hay que salir. En un entorno inflacionario como el que originó el congelamiento hay, al final y simplificadamente, dos posibilidades: que la inflación haya cedido o que la suba de precios persista.  Es mucho más sencillo elaborar una estrategia para la primera de las alternativas (inflación reducida). Pero es mucho más probable el segundo escenario, con precios que siguen aumentando en forma significativa.

¿Y con la cuarentena? La comparación con el control de precios no es casual, la primera pregunta es la misma: qué hacemos el 1º de abril (decisión que obviamente debe tomarse antes de esa fecha). Y la respuesta más a mano, y sencilla, también es: se prorroga, por ejemplo, hasta el domingo de Pascua (12 de abril) inclusive. Pero en algún momento hay que tomar la decisión de abandonar la cuarentena.

Y, como suele ocurrir con los controles de precios, cuando arrecien las presiones por “arrancar”, difícilmente nos encuentre con la pandemia en vías de control.

¿Qué habrá pasado económicamente durante la cuarentena? Un parate casi total del país, y un Estado (o estados considerando no solo el nacional) con una baja significativa de ingresos (por la menor actividad económica) y un alza de egresos. Los subsidios a sectores afectados habrán representado mayores egresos (pagos adicionales a jubilados y AUH, por ejemplo) o menores entradas (reducciones impositivas transitorias). ¿Y el sector privado? En general, más complicado que al inicio por los efectos del parate.

¿Y entonces? Las presiones al Poder Ejecutivo para levantar la cuarentena vendrán en el formato de “no podemos seguir teniendo el país parado”. ¿Y desde la salud? Dirán “lo mejor es continuar encerrados un tiempo más”.  El trade off Economía vs Salud estará en el centro del debate.

Entrar en cuarentena es más sencillo que salir.

Hasta la próxima.