Coronavirus, COVID 19, pandemia y cuarentena son términos que no significan lo mismo, pero que hoy monopolizan nuestra atención. El gobierno argentino ha priorizado, en mi criterio con acierto, la salud a la economía. Y estamos todos con el foco puesto en cómo sigue la película (que vemos y protagonizamos al mismo tiempo) de la lucha contra el virus. Estamos hiperinformados y sensibilizados, pues conocemos la situación de los que, en otras partes del mundo, entraron al cine (también en los dos roles) antes que nosotros. Hoy el foco es la salud. Y repito: creo que está bien.
Pero también sabemos que hay una economía (casi) detenida. Que los aviones (casi) no vuelan, que la mayoría de las fábricas están cerradas, que a los hoteles no se los utiliza para alojar turistas, que no hay teatros, restaurantes, bares o cines abiertos, que los monotributistas no tienen trabajo y podríamos seguir con la lista. Que es larga, aunque tenga excepciones. Pero no hace falta seguir con esa lista. La conocemos todos.
Hoy, en plena lucha por la salud, no ponemos el foco en la economía. Pero en un mañana impreciso, cuando el virus ya no sea un peligro, la atención se centrará, también, en las pérdidas que este virus generó. Y en quiénes pagarán (o pagaremos) la cuenta. En ese momento, o antes, se pondrá de manifiesto una asimetría injusta. A la clase política no parece llegarle ninguna factura. Nunca le toca poner.
Coco F. es socio en una pyme, con un taller que realiza el service oficial de una marca japonesa y repara autos. El taller está cerrado. A la pyme de Coco F. se le cortaron los ingresos y sigue teniendo costos (personal, energía, etc).
Delia P. tiene un negocio de lencería en CABA. El local no es propio; debe pagar alquiler. El negocio está cerrado. Delia P. se quedó sin ingresos y tendrá que afrontar costos.
Luis R. es árbitro de fútbol (ex AFA) y dirige en torneos que no son de AFA (como intercountries). Esos campeonatos están suspendidos. Luis R. se quedó sin ingresos.
Victoria D. es titular de un Instituto que depende del Estado Nacional. Por lo que sabemos hasta ahora, no tendrá reducción en sus ingresos.
Álvaro G. es legislador nacional y jefe de uno de los principales bloques en la HCDN. Por lo que sabemos hasta ahora, Alvaro G. no tendrá reducción en sus ingresos.
Pino S. es embajador argentino en la UNESCO. Por lo que sabemos hasta ahora, Pino S. no tendrá reducción en sus ingresos.
Más allá de que puedan ser muy justas las remuneraciones de Victoria D., Álvaro G. y Pino S., lo que parece resultar muy asimétrico es el aporte, en términos económicos, a la hora de “pagar la cuenta” del Coronavirus.
A los políticos les llegó la hora del ajuste. ¿Lo decidirán ellos mismos “espontánea y solidariamente”?
Hasta la próxima.
Estoy seguro que los políticos en esta ocasión van a poner un granito de arena y aportar a un fondo de Pymes para alivianar las carga que está situación trajo ,permanezco en cuarentena a la espera de buenas noticias.
Gracias Rubén!
Muy acertado el planteo. Es necesario que la clase política se ajuste. Muchos de sus gastos son superfluos y prescindibles en este momento de crisis ( y después también, creo). Pongo un solo ejemplo como para que se piensen otros: ¿los/as intendentes, concejales y consejeros/as tienen que seguir cobrando su sueldo completo?
Gracias Ale por tu comentario!
Lamentablemente no creo que los políticos se hagan cargo de nada , en nuestro país son muy egoístas , no tienen el criterio de que trabajan para la sociedad y que ella les paga sus sueldos.
De ser lo contrario , no estaríamos como estamos , son ellos los que tendrían que dar el ejemplo , pero es en vano , van a seguir pensando en ellos como siempre lo han hecho , robando y protegiéndose entre ellos para creerse que son los dueños del país que habitamos . Sld a Coco y Carlos
Gracias Claudio! Abrazo
Quién les pone el cascabel al gato,?? Ellos mismos? Díficil
Coincido! Gracias Raúl!
MUY BUENA REFLEXIÓN CARLOS. QUE LOS PROPIOS POLÍTICOS SE BAJEN SUS INGRESOS SERÍA ALGO HISTÓRICO Y NUNCA VISTO POR ESTAS LATITUDES. LO VEO MUY DIFÍCIL QUE SE CONCRETE, PERO COMO LO INDICA LA REGLA 11 DEL FUERA DE JUEGO (REGLAS DE FÚTBOL) PARA LAS JUGADAS DIFÍCILES: «ESPERAR Y VER», PARA LUEGO RATIFICAR O RECTIFICAR NUESTROS COMENTARIOS. UN ABRAZO!
Esperemos; yo creo que algún sacrificio tendrán que hacer esta vez. Me gustó la imagen reglamentaria de «esperar y ver». Gracias Luis! Abrazo