Mucho se ha escrito y comentado en estos días acerca de la compra que el Ministerio de Desarrollo Social (MDS) hizo a precios increíbles, para decirlo elegantemente, de fideos, arroz, azúcar y otros productos, destinada a población vulnerable. Dejaron su cargo por el escándalo quince funcionarios: un secretario de estado, un subsecretario y trece personas más.
Entiendo que el MDS es importante y cumple un rol clave en estos tiempos de la Argentina. Más allá de las sospechas de corrupción que deberá investigar nuestra justicia (esto no pretende ser humor), intentaré poner el foco sobre la estructura de este ministerio.
Dicen que para muestra basta un botón. Por la compra y, sobre todo por la repercusión mediática, renunciaron entre otros (y otras), la Directora Nacional de Gestión y Asistencia Urgente, el Director de Ayudas Urgentes, el Coordinador de Gestión de Ayudas Urgentes y la Directora de Asistencia Crítica.
Algunos interrogantes:
*¿El Director de Ayudas Urgentes depende de la Dirección Nacional de Ayudas Urgentes?
*¿El Coordinador de Gestión de Ayudas Urgentes depende la Dirección de Ayudas Urgentes?
*Si la situación a resolver es crítica y urgente, ¿deben intervenir todos los mencionados ut supra (ya te conté que me hubiera gustado ser escribano)?
*¿Hacen falta todos esos “ravioles” en la estructura?
Aclaro, antes de seguir, que raviol aquí no es sinónimo de ñoqui (en el sentido de persona que cobra sin trabajar). No hay ironía ni confusión de una pasta con otra. Cada ministerio, secretaría, subsecretaría, dirección nacional o unidad coordinadora constituye un raviol en la estructura del estado, con gastos y personal propios.
Un organismo necesita una estructura para funcionar, que debe tender a ser óptima, sin ravioles innecesarios, ñoquis ni superposición de funciones. Los destinatarios de los fondos que el presupuesto asigna al MDS son las personas que precisan ayuda. Y cuanto más eficiente sea la organización del ministerio, más recursos llegarán a quienes verdaderamente los necesitan.
Revisando los cargos de (solo algunos de) los funcionarios renunciantes, me pregunto: ¿no será especialmente urgente y crítico revisar la estructura del MDS?
Otra vez: ¿hacen falta todos esos “ravioles” en la estructura?
¿Qué tal si gastamos menos en ravioles y ñoquis y le damos un mejor uso a ese dinero? ¿O si gastamos menos en ravioles y ñoquis y aprovechamos a bajar impuestos?
Hasta la próxima.
Gracias por tu artículo Carlos. Abrazo.
Gracias Diego! Abrazo
Comparto tu análisis sobre la estructura ministerial exagerada, pero encontré muchos hidratos de carbono para una epoca de cuarentena. Jaja. Un abrazo virtual Carlos!
Jaja! Tu análisis es correcto. Gracias Luis! Abrazo virtual
Excelente!!! Carlos
Muchas gracias Mónica!Besos