Tenía ganas de empezar el año con un posteo desde la buena onda. Y no le encontraba la vuelta, hasta que apareció Victoria (no tengo la confianza como para decirle Vicky).
Ella me da la posibilidad de arrancar el 2021 agradeciendo. En este caso a ella, la Dra. Victoria Donda, interventora en el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI).
¿Qué le agradezco? Que haya explicitado, de una manera tan clara, cómo toman decisiones la mayoría de los hombres y mujeres de la política con el Estado. Decisiones que, casi siempre, implican un mayor gasto público. Y, por las dudas lo aclaro, ese plus de egresos debe ser financiado.
¿Qué ocurrió? Lo resumo en pocas palabras: a una persona que colaboraba con ella en el cuidado de su casa (la de Victoria, a vos te tuteo), con la que iba a rescindir el vínculo, le ofreció un plan social y/o (no queda claro) un puesto en el Estado.
Lo que importa: frente a una persona que se iba a quedar sin un ingreso (su colaboradora) decidió que el Estado (o sea los contribuyentes, o sea nosotros) iba a agregar a su lista de egresos uno o dos más: el del plan social y/o (no queda claro) el del sueldo de la (nueva) empleada pública (¡perdón, Gasalla!).
Cuando uno consulta las estadísticas del Ministerio de Empleo, Trabajo y Seguridad Social sobre trabajadores registrados (1), puede apreciar que, entre enero de 2012 y septiembre de 2020, el empleo público aumentó un 26%.
¿Qué pasó, en el mismo período, con el empleo total y privado (este último, sin contar monotributistas, autónomos y asalariados de casas particulares), según la misma fuente? El total aumentó un 9% y el privado se redujo en un 5%.
¿Qué dirán los que pregonan siempre más Estado? Por suerte estaba el Estado. ¿Cuál es la realidad, según mi visión? Es al revés: el aumento de gasto público es el que impide el crecimiento del sector privado de la economía. No lo voy a fundamentar en este posteo; hoy quiero agradecer a Victoria.
Por las dudas: el empleo público incluye, por fortuna, a muchísimas personas que trabajan (administrativos, docentes, personal de seguridad y salud, entre otros) y también, por desgracia, a los (y las) incorporades por “las y los Dondas”.
En un posteo como este, desde la buena onda, no haré referencia a la amplia porción de nuestra economía que está en la informalidad (si dijera en negro me expondría a una denuncia ante el INADI) y las razones que lo explican.
Gracias de nuevo, Victoria, por mostrar con tanta claridad cómo es el modelo de toma de decisiones, en este campo, de muchos (y muchas) integrantes de la clase política.
El año que acaba de comenzar será complicado. Las cuentas del Estado no cierran. Y el déficit será tanto mayor si muchos (o muchas) funcionarios (o funcionarias) siguen tomando gente y repartiendo subsidios a lo Donda.
Una duda final: ¿cuánto falta para que, para financiar el aumento de gasto público que generan “las y los Dondas”, Cristina sugiera un aumento de retenciones a ciertas exportaciones del agro?
Hasta la próxima.
(1)
Muy claro tu comentario Carlos, como de costumbre. Que tengas un buen año 2021, con salud, bienestar y menos pandemia, vacunas mediante. Un abrazo grande!
Gracias Luis! Igualmente! Abrazo grande
Excelente comentario Carlos, para comenzar el año con tuti.- Abrazo y muy buen 2021.- Héctor
Gracias Héctor! Abrazo
Monumentos al gasto público estos funcionarios, cuyos talentos y antecedentes los habilitan ante sus pares para ejercer cargos públicos en forma permanente.
Además de las indemnizaciones y pensiones por los hechos de los años 70, cuyos deudos protagonizaran, y de los que todavía no se reponen.
Gracias Germán! Abrazo
Buenísimo Carlos gracias por la buena donda! A lo mejor además de retenciones inventan un impuesto nuevo… Pero mejor no dar ideas!
Muy feliz año! Si nos dejan.
jaja! Gracias Daniela por la buena donda!! Y Feliz Año!! Esperemos que nos dejen. Beso grande
Excelente el comentario, Carlos!
Gracias Alexis! Abrazo
Exelente Carlos como siempre tus comentarios en Finanzas con Humor
Gracias Rose! Beso