Permítanme hoy un posteo sobre política, con mucho de especulación. Supongo que me dieron el ok, y avanzo. Repasemos nuestro sistema de elección presidencial, el que nos rige desde la última reforma constitucional.
Tras la reforma de 1994
* es elección directa (los electores elegimos candidatos a presidente y vice);
*hay una primera vuelta donde puede haber un ganador si la fórmula más votada obtiene más del 45% de los sufragios o más de 40% con no menos de 10% de diferencia con la fórmula votada en segundo término;
*si no hay un ganador en primera vuelta, las dos fórmulas más votadas definen en una segunda vuelta;
*antes de la primera vuelta, por ley del 2009, hay unas PASO (primarias abiertas simultáneas y obligatorias) que tiene como objetivo definir la fórmula de los espacios con más de un aspirante y elimina a aquellas que no alcancen el 1,5% de los votos;
*mandato de cuatro años, con posibilidad de (una) relección inmediata.
Antes de la reforma del 94
¿Cómo era? Mandato de seis años sin reelección y con elección indirecta. Los electores votábamos a los miembros del Colegio Electoral (candidatos en cada provincia y Capital) y estos elegían al presidente. Como la composición del colegio no respetaba las proporciones de habitantes, se objetaba el mecanismo afirmando que el voto de un ciudadano de una provincia chica (La Rioja) valía más que el de la Provincia de Buenos Aires, pues en la primera era necesarios menos votos (que en PBA) para conseguir un lugar en el Colegio Electoral.
Yo especulo…
Las encuestas (más allá de que no hayan demostrado confiabilidad, sirven para análisis) afirman que se viene una fuerte polarización en las PASO entre los Fernández y Macri + Pichetto. Y que esa polarización tendería a profundizarse en la primera vuelta.
¿Y entonces? Puede ocurrir que alguna de las fórmulas gane con el 46% de los votos en la primera vuelta, con una diferencia reducida respecto de la otra. ¿Y entonces? Lo dice la Constitución: habrán ganado; no habrá segunda vuelta. ¡Pero no tienen la mayoría y lo razonable sería un ballotage! A llorar a la iglesia, diría Alfio Basile. Podrá parecer injusto, pero es legal.
¿Y entonces? Habría un reclamo de la necesidad de una reforma por lo injusto. ¿Y esa puerta? Puede abrir la puerta de otras reformas, además de las electorales. ¿Necesarias? ¿Peligrosas? Las respuestas son individuales, como la opinión sobre las normas electorales que nos rigen. Que son, vale recordarlo, obra de los convencionales constituyentes de 1994. A una ya le decían Lilita, aunque en su documento figuraba Elisa. Y a otra la llamaban por su nombre, Cristina.
Que cierto que es esto , Cristina también tenia otro sobrenombre en el senado , que era voz populi , dentro del recinto , fuentes fidedignas de la época , hablaban en radio pasillo de un “affaire” con un conocido artista perdón quise decir senador …….
Gracias Rubén!!
No se si llegarán a los consensos, pero creo que debería reformarse el sistema de las Paso (que sean sólo para los que dirimen candidaturas), que se unifique para provincias y municipios el principio de una sola reelección, que disminuya la cantidad de diputados hasta cierto tope máximo (1 c/ xx habitantes, variando xx en cada censo)…
Martín, de acuerdo con vos. Gracias!