El fútbol argentino necesita más transparencia. Seguramente con este diagnóstico coincidirá la mayoría de los dirigentes de nuestro fútbol.
Como los imagino preocupados por el tema, me permito sugerirles a los dirigentes de la Superliga Argentina de Fútbol (SAF) un par de ideas en esa dirección:
*que imiten a “La Liga”, su par española, y tengan una solapa de “transparencia” en la página web, donde publiquen información económica de la SAF, como los estados contables y los montos asignados (y girados) a cada club por derechos televisivos;
*que los clubes deban publicar en sus páginas web los estados contables y los presupuestos anuales que hacen llegar a la SAF.
Recorriendo las páginas web de los cinco grandes, se puede ver que solo dos de ellos tienen información contable publicada. Rácing presenta sus estados contables al día (el último es el del ejercicio cerrado el 31/8/18) y San Lorenzo viene algo remolón (se pueden ver los del ejercicio cerrado el 30/6/17).
Publicar la información contable, conocer las cuentas de la actividad, no evita la corrupción pero es un paso en la dirección adecuada. Le toca a la SAF demostrar que no solo viene por un mejor negocio, organización y canchas en óptimo estado, sino también por la transparencia. La Liga española tiene más de 30 años y seguramente en la SAF estarán pensando en cómo copiar lo bueno de sus pares.
¿De dónde vienen los clubes que forman la SAF? De la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). En la página de la AFA no figuran los estados contables; la AFA no considera necesario hacer pública esa información.
En Estados Unidos se tramitan juicios por corrupción a nivel FIFA y Conmebol, pero no a nivel AFA. Más allá de lo que se dilucida en tribunales locales acerca del Fútbol para Todos, parece que la corrupción que hace un tiempo afectó los estamentos de FIFA y Conmebol no llegó al fútbol argentino. Ninguno de los dirigentes supo nada de eso, ya que de otra manera lo hubieran denunciado.
Hasta la próxima.